México, Estados Unidos, maíz y energía

Genevieve Signoret & Delia Paredes

(You can read the original English version here.)

Continuamos compartiendo extractos de la última edición de nuestro informe, Perspectiva Trimestral 2023-2025: Aterrizaje suave de nuevo, donde presentamos tres escenarios para la economía global en los próximos dos años. Los escenarios pueden visualizarse como una vía de tren: cada vía lleva la economía en una dirección distinta. Un escenario se construye sobre un grupo de hipótesis. Los tres juegos de hipótesis “pivotan” la economía entre un riel y otro.


Las disputas comerciales de México con Estados Unidos por el maíz y la energía plantean amenazas a la inflación y al crecimiento en México.

Estados Unidos se opone a las normas de la Secretaría de Economía de México que prohíben el uso de maíz biotecnológico para consumo humano y a las instrucciones que ha dado a otras agencias públicas mexicanas para que eliminen gradualmente su uso como alimentación animal.

El 17 de agosto, el Representante Comercial de Estados Unidos (USTR) tomó la medida de establecer formalmente un panel de solución de disputas.

Oficialmente, esto se refiere a las importaciones mexicanas de todo el maíz, pero en realidad es relevante únicamente para el maíz amarillo. Los mexicanos consumen, directamente, sobre todo maíz blanco, que México no requiere importar. No obstante, para la alimentación animal, México sí importa muchísimo maíz amarillo. Si el panel falla en contra de México, y si este no responde cambiando inmediatamente su política, Estados Unidos probablemente impondría aranceles a México, acelerando la inflación.

Estados Unidos (junto con Canadá y muchos otros países) se opone, además, a la política energética de México. En palabras del USTR, “socavan a las empresas estadounidenses y la energía producida en Estados Unidos a favor de la empresa eléctrica estatal de México, la Comisión Federal de Electricidad (CFE), y de la compañía estatal de petróleo y gas, Petróleos Mexicanos (PEMEX)”, reduciendo así en gran medida la inversión extranjera en la infraestructura de energía limpia de México.

El embajador estadounidense Ken Salazar estima que 30 mil millones de dólares en inversiones estadounidenses relacionadas con la energía en México están en riesgo, aunque admite que esa cantidad incluye inversiones realizadas en el pasado.

Las conversaciones para llegar a un acuerdo sobre esta disputa están en curso.

Hay que tener en cuenta que ambos desacuerdos están relacionados con cuestiones de inmigración. Biden quiere que AMLO le ayude a frenar la inmigración. AMLO quiere que Biden otorgue visas de trabajo a más mexicanos. Y ambos países tendrán elecciones el próximo año.

Al imaginar nuestro escenario de Aterrizaje suave, asumimos que estos temas son tan riesgosos políticamente que ambos países encontrarán formas de dejarlos en un segundo plano hasta después de sus elecciones (2025). Pero además que los nubarrones de duda que estos temas generan seguirán limitando cuánta inversión extranjera y nacional habrá en México —no obstante la emoción en torno al friendshoring—.

Estos supuestos en nuestro pronóstico del escenario central impulsan tres resultados: las tasas de inflación mexicanas continúan descendiendo, Banxico no endurece más su postura de política monetaria, y una recesión golpea a México en el primer trimestre de 2025.

 

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