Irán: el riesgo de guerra con Israel

Genevieve Signoret & Patrick Signoret

Algunos medios israelíes han dado la impresión de que es probable un ataque sobre Irán en los siguientes meses. Mark Fitzpatrick en IISS Voices (14 ago) resume las cinco razones que motivarían a Israel a atacar las instalaciones nucleares de Irán antes de noviembre y describe en qué consistiría un ataque unilateral. No queda claro si los líderes israelíes preparan al público para una guerra o si sólo están poniendo presión sobre Irán y los poderes mundiales. El gobierno israelí ha tomado medidas de precaución, y algunos ciudadanos creen que un ataque es inminente. Pero Leon Panetta no cree que Israel haya tomado una decisión. Y hay señales de que Khamenei prepara a Irán para hacer concesiones. El 13 de agosto, el nerviosismo había llevado el precio del Brent a su nivel más alto en tres meses.

Nuestro escenario central supone que las pláticas entre Irán y el P5+1 continúan aunque no rindan resultados concretos, evitando que vuelvan a subir los precios de petróleo. Bajo ambos escenarios, suponemos que Israel no bombardea a Irán y que el estrecho de Ormuz se mantiene abierto.

Los bancos centrales de EE UU, México y Reino Unido suelen ver alzas en precios de materias primas como “choques negativos de oferta” que pueden causar alzas transitorias en los precios al consumidor pero que, en ausencia de “efectos de segundo orden” (alzas significativas en las expectativas de inflación a mediano y largo plazo), no contribuyen al riesgo inflacionario o inclusive (por potencialmente frenar la demanda) lo reduce. Por lo tanto, la tensión observada en el Medio Oriente no cambia nuestro panorama de política monetaria para estos países.

El Banco de Japón busca elevar la tasa de inflación. Entonces el impacto de esta tensión en el corto plazo sobre los precios de energéticos no lo conducirá a endurecer su postura. De hecho, efectos de segunda ronda serían bienvenidos. Sí, al igual que Banxico y la Fed, lo ve como un factor de riesgo por el posible impacto negativo que tendrían los altos precios de energéticos en la demanda local.

En contraste con estos bancos centrales, el Banco Central Europeo (BCE) podría posponer mayores recortes a sus tasas de interés en respuesta al impacto en precios petroleros. Esto es porque el BCE aplica el régimen de política monetaria por objetivos de inflación de manera más rígida, más robótica, que el Banco de Inglaterra y Banxico –que operan bajo el mismo régimen– y que la Fed, que tiene más de un mandato pero también desde inicios de 2012 un objetivo explícito de inflación. Dada la fuerte probabilidad que el BCE aparenta asignar al riesgo de efectos de segundo grado, parece confiar poco en su propia credibilidad. O eso, o simplemente no es cierto que su meta es de mediano plazo: en la práctica su objetivo es en realidad la inflación hoy.

Resumiendo, las alzas de precios de petróleo por crecientes percepciones en el mercado del riesgo de que Israel bombardee Irán:

  1. Frenan la actividad económica;
  2. Es consistente con nuestro escenario central (que a su vez implica nuestras estrategias de asignación de portafolios (disponibles a clientes de lacarpetanegra.com);
  3. No implican cambios de postura monetaria en EE UU, Japón, Reino Unido o  México; sí implica elevación del estado de atención a los riesgos (a) de un debilitamiento de la demanda y (b) de efectos de segundo grado en la inflación a futuro.
  4. Elevan el riesgo de que BCE (en nuestra opinión, erróneamente) posponga recortes en las tasas de interés más allá de septiembre.

Mark Fitzpatrick en IISS Voices (14 ago) resume las cinco razones que motivarían a Israel a atacar las instalaciones nucleares de Irán antes de noviembre y describe en qué consistiría un ataque unilateral:

However, Israel would instead seek to take out four key sites: the uranium conversion facility at Esfahan (which produces the feed material for enriched uranium), the research reactor under construction at Arak (which, if it comes on line in the next year or so, could produce weapons-grade plutonium), the main uranium enrichment site at Natanz, and the new uranium enrichment facility at Fordow.

The first two are above ground and can be targeted with submarine-launched missiles. Natanz is 8m underground and it will require precision double air strikes and good luck to destroy it. Fordow is too deep for Israeli bunker busters, though entrances and tunnels could be collapsed.

Because an Israeli attack would not destroy Natanz and Fordow completely, Iran would be able to reconstitute the centrifuge cascades within a short time. This time, however, they might be out of sight of international inspectors if an attack incites Iran to leave the Nuclear Non-Proliferation Treaty. It may well bring about an Iranian bomb sooner than would otherwise be the case.

This and the unpredictable consequences of any attack are why Israel’s defence establishment is so opposed to a go-it-alone attack. In this debate, the professionals clearly have the winning logic. But they are not the decision-makers.

Artículos y análisis anteriores

  • Varios medios israelíes dan la impresión de que Israel está a punto de lanzar un ataque militar, aunque las verdaderas intenciones de Netanyahu siguen siendo inciertas (Time, 13 ago). El gobierno israelí ha tomado medidas de precaución, y algunos ciudadanos creen que un ataque es inminente (Bloomberg, 14 ago). Pero Leon Panetta no cree que Israel haya tomado una decisión (Reuters, 14 ago). Y Fatemah Aman en Al-Monitor (13 ago) ve señales de que Khamenei prepara a Irán para hacer concesiones:
  • El viceministro de relaciones exteriores pide a los poderes mundiales que acepten que las negociaciones con Irán ha sido un fracaso (NYT, 13 ago):
  • Ya hay una guerra encubierta (shadow war) entre Israel e Irán (NYT, 8 ago).
  • El sitio militar Parchin de Irán ha sido considerablemente alterado (ISIS, 1 ago).
  • Funcionarios de EE UU mantienen la esperanza de que Israel no tiene planes inminentes de atacar a Irán (NYT, 1 ago).
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