Irán: una historia de 2 reactores

Genevieve Signoret

Política y geopolítica

Resumen

El próximo lunes 24 de noviembre es la fecha límite que tienen los integrantes del P5+1 (EE UU, Reino Unido, Francia, Rusia, China y Alemania) para llegar a un acuerdo con el gobierno iraní sobre su programa nuclear. Si bien los objetivos de ambas partes durante las negociaciones son en muchos aspectos dispares, las fuerzas que presionan por un acuerdo son también muy fuertes. En nuestra opinión, está reunión terminará con la firma de algunos acuerdos y una nueva prórroga para un acuerdo definitivo.

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La crisis de 2011

En 2011, la Organización Internacional para la Energía Atómica (IAEA) publicó un informe en donde expresaba sus preocupaciones por las dimensiones militares del programa nuclear Iraní y mencionaba que, de acuerdo a la información que disponía, Irán había realizado actividades relacionadas con el desarrollo de un arma nuclear (IAEA):

El Organismo está seriamente preocupado por las posibles dimensiones militares del programa nuclear del Irán. Tras haber evaluado detenidamente y con espíritu crítico la amplia información de que dispone, el Organismo considera que la información es, en conjunto, creíble La información indica que el Irán ha realizado actividades relacionadas con el desarrollo de un dispositivo nuclear explosivo. La información también indica que antes del final de 2003, estas actividades se realizaron en el marco de un programa estructurado y que es posible que algunas actividades sigan en curso.

En noviembre de 2013, el P5+1 llegó a un acuerdo provisional. En él, sus miembros concedieron el funcionamiento del reactor Bushehr-1 (un reactor que utiliza uranio ligeramente enriquecido y cuyos desechos son pobres en plutonio) a cambio de la destrucción del inventario de uranio altamente enriquecido iraní. (The White House.)

En el acuerdo, también se prohibió a Irán la producción de combustible nuclear in situ –todo el uranio necesario para su operación sería provisto por Rusia y sus desechos serían enviados de vuelta a ese mismo país. En el acuerdo, Irán se comprometió a detener los trabajos en la construcción del reactor de agua pesada de Arak (capaz de producir desechos ricos en plutonio físil); de acuerdo a información de la AIEA a pesar de que no se han instalado aún elementos esenciales para su operación, los trabajos de construcción siguen su curso.

La IAEA reporta que, de las cinco medidas que Irán acordó, tan sólo cumplió una a tiempo, dos después de la fecha límite y, para las dos medidas restantes, todavía está en negociaciones con la IAEA. (IAEA.)

Las peticiones iraníes

Irán tiene cuatro peticiones centrales para un acuerdo: 1) la revocación inmediata de las sanciones económicas a las cuales está sometido; 2) el mínimo reducimiento de sus instalaciones para el enriquecimiento de uranio; 3) la capacidad para producir el combustible nuclear necesario para la operación de sus reactores; y 4) la conservación de su reactor de agua pesada. (Wikipedia.)

Las preocupaciones de Occidente

El Occidente quiere asegurarse de que Irán tomará un largo tiempo en desarrollar un arma nuclear si se decide a ello. Este periodo de tiempo es conocido como breakout time. El breakout time deseado por el P5+1 es de entre nueve y doce meses. Para lograr esto, EE UU quiere reducir la capacidad de Irán para enriquecer uranio y su acceso a materiales que puedan ser usados en un arma nuclear.

Además de eso, el Occidente busca mayor transparencia en las actividades nucleares de Irán, incluyendo más información sobre proyectos anteriores potencialmente militares (FT.)

Los acontecimientos recientes

Hace unos días Rusia e Irán llegaron a un acuerdo para la construcción de ocho nuevos reactores. El acuerdo fue firmado por la empresa paraestatal rusa Rosatom y busca la construcción de cuatro nuevos reactores en el sitio Bushehr y otros cuatro más a lo largo del país. Si estos reactores siguiesen los lineamentos del acuerdo preliminar con Rusia (combustible provisto por Rosatom y desechos nucleares devueltos a Rusia) esto podría ser benéfico para las negociaciones; sin embargo, si Rusia accediera a la producción in situ de combustible nuclear, podrían significar el colapso de las mismas. (The Economist, FT)

Las pláticas no se romperán…

Aunque hay factores que alejan las dos partes en las negociaciones, hay otros que las mantienen unidas: los altos costos económicos que han significado para Irán las sanciones de Occidente, y el riesgo de una nueva potencia nuclear en el Medio Oriente hacen demasiado alto el costo de un rompimiento en las negociaciones.

Dadas estas dos fuerzas opuestas, esperamos que los resultados de estas negociaciones sean pequeños acuerdos y una nueva postergación de la fecha límite de un acuerdo final. El acuerdo provisional de noviembre 2013 puede ser extendido seis meses cada seis meses. (IAEA.)

Un acuerdo definitivo o una nueva prórroga de este acuerdo estarían en línea con nuestro escenario central en el cual las relaciones geopolíticas no se tensan considerablemente. Sin embargo, la interrupción de las negociaciones o su rompimiento definitivo sería un foco más de inestabilidad en Medio Oriente. Estaremos muy atentos al resultado de estas negociaciones el próximo lunes

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