Recorte de Banxico (-50pb) fue decidido 4-1

Genevieve Signoret & Patrick Signoret

La minuta de la reunión de política monetaria de Banxico del 8 de marzo reveló que un miembro de la Junta de Gobierno estuvo en contra del recorte. La mayoría coincidió en que las condiciones económicas mundiales permanecen débiles y espera que bancos centrales tanto desarrollados como emergentes mantengan posturas monetarias relajadas. El disidente argumentó que, debido a que la inflación no ha convergido a su meta, el recorte debilitará la credibilidad de Banxico. Pensamos que el disidente es Manuel Sánchez (vea comentarios recientes aquí y acá). En la decisión del 8 de marzo, Banxico dejó claro que el recorte de 50 puntos no es el inicio de un ciclo de recortes.

Parte de los argumentos de la mayoría (énfasis nuestro):

[…] Si mantiene su tasa de referencia en el nivel actual, dado el considerable relajamiento monetario adicional esperado en un gran número de economías, se observaría un endurecimiento innecesario de las condiciones monetarias, lo que podría propiciar una entrada desproporcionada de flujos de capital que a su vez podría generar distorsiones en los precios de los activos, incluyendo una apreciación del tipo de cambio. 

[…] Considerando el entorno descrito para la economía mexicana y su balance de riesgos, así como reconociendo los logros de mediano plazo alcanzados hasta ahora en el abatimiento de la inflación, la mayoría de los miembros de la Junta señaló que existe margen para reducir el objetivo para la Tasa de Interés Interbancaria a un día y que una acción de esta naturaleza sería congruente con la continuación del proceso de convergencia de la inflación a su meta.

Parte de los argumentos del miembro disidente:

[…] Enlistó los siguientes riesgos al alza: posibles incrementos en los precios agropecuarios; un aumento en los precios de los bienes y servicios públicos superior a lo previsto; nuevos episodios de aversión al riesgo, que podrían originarse de problemas en la implementación de medidas en Europa; y, presiones de demanda agregada, debido a que se espera una brecha del producto con una tendencia ascendente. Concluyó que, dado lo anterior, el balance de riesgos para la inflación ha empeorado.

En este sentido, consideró que, si bien la compensación por inflación y riesgo inflacionario tiene una tendencia a la baja, no parecería indicar que se alcanzará la meta de inflación en pocos años. Adicionalmente, apuntó que en la última década la inflación general no ha exhibido una tendencia clara de descenso hacia el 3 por ciento. Finalmente, arguyó que la reciente reducción observada en las tasas de interés de largo plazo podría haberse originado por la fuerte entrada de capitales a México y no necesariamente porque el mercado esté incorporando una baja en la tasa objetivo.

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