Banxico: previsiones no cambian; inflación alta es transitoria

Genevieve Signoret & Patrick Signoret

Las previsiones de Banxico en su informe trimestral sobre la inflación son iguales a los de mayo: crecimiento PIB de 3.25-4.25% en 2012 y 3-4% en 2013; inflación de 3-4% al cierre de ambos años. Percibe riesgo al alza para la inflación a corto plazo pero transitorio. En el mediano plazo, percibe riesgos a la baja para el crecimiento y, por lo tanto, para la inflación. Vea también el resumen, la presentación, y el video de la conferencia de prensa de Agustín Carstens.

Aunque los pronósticos de crecimiento de Banxico se mantienen sin cambio, percibe que el balance de riesgos con respecto al crecimiento de la economía se ha deteriorado.

En particular, la desaceleración que muestran algunos indicadores de la economía de Estados Unidos y las revisiones a la baja en las perspectivas de crecimiento de la producción industrial de dicho país, han incrementado la probabilidad de que la economía mexicana pueda verse afectada por la profundización del choque de demanda externa negativo.

Observa que la tasa de inflación del segundo trimestre fue prácticamente igual que en el primero (ambos promediaron 3.9%). Sin embargo, la inflación se aceleró en junio y julio (a 4.3% y 4.4%), principalmente en productos agropecuarios:

Dicho aumento, como se mencionó, ha estado asociado con el incremento en los precios de un grupo reducido de bienes agropecuarios (primordialmente hortalizas, como el jitomate y el tomate verde), debido a factores climáticos, y más recientemente con la detección de influenza aviar en granjas de Jalisco que limitará la producción de huevo.

Pero percibe que el incremento es transitorio:

Así, este incremento no obedeció a un fenómeno generalizado de aumentos en los precios de la canasta de consumo de la población y se anticipa tendrá un carácter transitorio. Destaca que, hasta el momento, no se han observado efectos de segundo orden en el proceso de formación de precios derivados de los cambios en precios relativos que se han registrado en la economía.

Banxico tampoco prevé presiones derivadas de demanda agregada:

Dado el moderado crecimiento que se espera para la economía mexicana, se anticipa que la  brecha del producto permanezca en niveles cercanos a cero, si bien con una ligera tendencia al  alza… De este modo, no se prevén presiones sobre la inflación derivadas del comportamiento de la demanda agregada en el horizonte de pronóstico. En efecto, no se perciben presiones sobre los precios en los mercados de insumos, como el laboral y el crediticio, ni sobre las cuentas externas.

Al igual que en su minuta más reciente, hizo una distinción entre el balance de riesgos para la inflación en el corto plazo y en el mediano plazo. Le preocupa más el mediano plazo.

En cuanto al balance de riesgos para la inflación, en el corto plazo se han elevado los riesgos al alza asociados al desempeño de los precios de los productos agropecuarios, en particular, a la luz del reciente brote de influenza aviar en algunas localidades del país y su posible efecto sobre la producción pecuaria. Sin embargo, se considera que en el mediano plazo los riesgos a la baja se han intensificado en la medida en que ha aumentado la probabilidad de un severo debilitamiento de la economía mundial.

Análisis de los efectos de precios internacionales de materias primas en los precios al consumidor en México (pgs 16-20). Banxico explica los dos tipos de efectos: directo e indirecto. Explica, como lo ha hecho durante años, que el efecto indirecto es el que importa para la política monetaria.

El análisis se descompone en dos efectos: uno directo y otro indirecto. El primero se refiere al impacto que pueden tener las fluctuaciones de las cotizaciones externas de éstos sobre los precios internos al consumidor de sus derivados en el caso de los granos, y de sus equivalentes en el caso de los energéticos. El segundo, el efecto indirecto, considera el posible impacto sobre el proceso de formación de precios del resto de los bienes y servicios de la canasta del INPC, que no son derivados o equivalentes de las mencionadas materias primas, si bien pueden representar una fracción de sus costos de producción como ocurre con los energéticos.

El segundo efecto citado es de particular interés para la autoridad monetaria, ya que la respuesta de un banco central ante presiones sobre la inflación derivadas de alzas en los precios de las materias primas es contingente a la existencia de dichos efectos de segundo orden. Al respecto, el Banco de México señaló en el Programa de Política Monetaria para 2012 (p. 4) que “…cuando las presiones sobre la inflación provienen de un choque de oferta, en términos generales no es aconsejable que el banco central intente contrarrestar dichas presiones. Las perturbaciones de oferta corresponden a cambios en los precios relativos, los cuales, en principio, propician aumentos de una sola vez en el INPC.” Además, en el mencionado programa el Banco de México también indicó que “…si ante el aumento en la inflación debido a una perturbación de oferta, los agentes económicos empiezan a revisar sus expectativas de inflación al alza, ello afectaría de manera negativa al proceso de formación de precios. Éstos serían efectos de segundo orden. En este contexto, el control de la inflación estaría en riesgo, por lo que en dicho caso el banco central tendría que restringir la postura de política monetaria…”..

Análisis del efecto de precios internacionales de granos.

En la evaluación estadística que se realiza del traspaso de los precios internacionales de los granos a los precios en México se consideran dos tipos de ejercicios. El primero estima el impacto directo mediante un modelo econométrico, que considera el efecto de los precios internacionales de los granos sobre los índices de precios al consumidor de los bienes para los que éstos son sus insumos principales. El segundo calcula los efectos de segundo orden en la inflación subyacente, es decir el impacto de los precios internacionales de los granos sobre los precios internos al consumidor de los bienes y servicios que no son derivados de los granos. Para una estimación precisa de estos impactos en ambos ejercicios se controla por variables macroeconómicas.

Los precios de bienes derivados de granos en México sí son afectados:

Los resultados obtenidos señalan que, cómo era de esperarse dada la evidencia de la Gráfica 3, las fluctuaciones de los precios internacionales del maíz, del trigo y de la soya impactan a los precios al consumidor de los bienes derivados de estos granos en México. En particular, el ejercicio arroja elasticidades de traspaso a los 24 meses para el maíz, trigo y soya respectivamente de 0.38, 0.63 y 0.49… Así, esto implica para el caso del maíz que ante un incremento de un punto porcentual en su precio internacional después de dos años esto repercute en los precios al consumidor en México de sus derivados en 0.38 puntos porcentuales. Esto implica que el traspaso a precios es parcial, bajo y que tiene lugar con rezago.

Ésta es la gráfica a la que se refiere:

 

Pero el efecto no se expande a los demás precios.

En el análisis de los efectos de segundo orden se estimó un VAR recursivo como el descrito anteriormente, sustituyendo el INPC sin los derivados de los granos por un índice de precios subyacente que excluye a los bienes derivados de los granos. Los resultados muestran que, en general, los efectos de segundo orden son prácticamente nulos.

Análisis del efecto de precios internacionales de energéticos. No hay efectos directos a corto plazo, porque el gobierno fija los precios (“política de desliz”), aunque sí hay efecto a mediano plazo porque los precios internacionales afectan dicha política de desliz:

Sin embargo, la tendencia de los precios internacionales de estas materias primas es un factor determinante de la política interna de desliz de precios, debido al costo fiscal que pueden implicar los subsidios implícitos.

Por lo tanto, Banxico se salta el análisis del impacto directo y se enfoca en los efectos de segundo orden –es decir, los efectos sobre la inflación subyacente. Pero aquí también encuentra que no hay efectos significativos. Concluye:

El aumento que han exhibido desde mediados de la década anterior los precios internacionales de las materias primas ha incidido sobre la inflación en México y en el mundo. Sin embargo, la evidencia estadística que se tiene para México sugiere que este impacto directo ha incidido únicamente sobre los precios de los bienes equivalentes en las canastas de los índices de precios al consumidor o en los bienes y servicios derivados de dichas materias primas; y que no se han presentado efectos de segundo orden de consideración en el proceso general de formación de precios. Lo anterior evidencia la efectividad que ha tenido la política monetaria en México, que se ha conjugado con una política fiscal responsable, para mantener un entorno de inflación baja y estable. Ello en virtud de que estas condiciones han permitido a los agentes una adecuada identificación de los choques que afectan a la economía y han contribuido a mantener el anclaje de las expectativas de inflación aún en un entorno dominado por importantes ajustes en algunos precios relativos de la economía.

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