Seis preguntas acerca de la volatilidad actual

Genevieve Signoret

Carta de la Presidente

Hoy responderé seis preguntas que tal vez tengan acerca de la volatilidad actual: ¿El mercado alcista ha llegado a su fin? ¿Podríamos estar equivocados? ¿Cuándo podría terminar la volatilidad? Si la vimos venir, ¿por qué nuestros portafolios cliente están a la baja? Si no estamos cambiando de estrategias, ¿qué estamos haciendo? ¿Hay algo que los clientes pueden hacer?

  1. ¿El mercado alcista ha llegado a su fin? Creemos que la volatilidad actual marca una corrección y no un cambio en la tendencia del mercado; es decir, mantenemos nuestra perspectiva de escenario central en cuanto a que la última fase del mercado alcista en la que nos encontramos durará al menos 18 meses más. Nuestro optimismo con respecto al mercado se basa en nuestras perspectivas sobre el crecimiento global y la política monetaria. Aunque vemos que China se desacelera, que Brasil entra en recesión y que otras economías exportadoras de materias primas están en aprietos, no vemos ninguna recesión mundial ni estadounidense (o mexicana) en el horizonte. No percibimos la gestación de presiones inflacionarias. La baja inflación conlleva una política monetaria laxa que, en conjunto con el crecimiento, fomentarán la asunción de riesgos. Si nuestra predicción resulta correcta, no estamos frente a un cambio de tendencia, sino más bien ante una corrección y el mercado alcista persistirá.
  2. ¿Podríamos estar equivocados? Siempre podríamos equivocarnos. El mundo y los mercados son impredecibles; pronosticamos desde la incertidumbre. Por ello, aunque en nuestro supuesto de escenario central prevemos una tendencia de mercado alcista durante los siguientes 18 meses, asignamos al menos un 20% de todos los portafolios cliente a activos seguros como bonos del Tesoro de EE UU de largo plazo que a menudo suben cuando los activos de riesgo bajan. Esto limita la pérdida de los portafolios en caso que nos equivoquemos y se genere una recesión y un mercado bajista.
    Por supuesto, si detectáramos dicho escenario, cambiaríamos de estrategias reduciendo la exposición a los activos de riesgo y aumentando la duración media en nuestro portafolio de bonos.
    Hasta ahora, no vemos razón alguna para cambiar de estrategia. Los mercados y la economía mundial han seguido una trayectoria muy cercana a la que visualizamos en enero pasado en nuestro escenario central. Recuerden que desde entonces, hemos advertido sobre la probabilidad de que surgiera volatilidad en el tercer trimestre.
  3. Si vimos venir la volatilidad, ¿por qué nuestros portafolios cliente están a la baja? En primer lugar, siempre intentamos proteger permanentemente de la volatilidad más grave a todos los portafolios invertidos en horizontes inferiores a dos años, por lo que responderé sólo en relación con los portafolios que presentan horizontes de inversión superiores a dicho plazo.
    Desde hace tiempo que esperábamos que se presentara volatilidad en el tercer trimestre, pero no podíamos estar seguros si realmente se concretaría y, más importante aún, cuándo lo haría. Si hubiéramos intentado proteger a los clientes pasando a efectivo (por ejemplo) y luego regresando a activos de riesgo, al considerar que se hubiera producido una calma sustentable, podríamos haber fácilmente sincronizado mal nuestros movimientos, exponiendo los portafolios no sólo a grandes costos de transacción sino que potencialmente a pérdidas mayores o más duraderas que las que tenemos actualmente al capear o (¡mejor aún!) invertir en la volatilidad.
    Es precisamente para asegurar que los clientes sean realmente capaces, psicológica y financieramente, de capear la volatilidad a la que nuestras estrategias los exponen, que dedicamos tanto cuidado a ayudarlos a formular sus mandatos.
    Un aspecto crucial de cualquier mandato de inversión en TransEconomics es el horizonte de inversión. Cuando un cliente escribe “Mi horizonte de inversión es de al menos dos años”, está diciendo: “Antes que nada, comprendo la relación riesgo/rendimiento y estoy dispuesto a exponer mi capital a episodios potencialmente agudos de pérdida a corto plazo a fin de aumentar al máximo el retorno de mi portafolio a más largo plazo. Segundo, para maximizar mis retornos a mayor plazo, tengo tanto la capacidad financiera como la voluntad psicológica de asumir caídas potencialmente abruptas, siempre que la estrategia de inversión de mi portafolio haga que sea altamente probable que se recupere de dichas caídas en un plazo máximo de dos años.”
    En este momento, lo más difícil es enfrentar la parte psicológica: se trata de una prueba de su voluntad.
  4. ¿Cuándo podría terminar la volatilidad? Por lo general, las correcciones duran entre tres y catorce semanas. Si la historia se repite, nos quedan entre una y doce semanas más. Prevemos que terminará en menos de cinco semanas. En otras palabras, vemos que los portafolios comenzarán a recuperarse a más tardar en octubre. Pero claro, no estamos seguros.
  5. Si no estamos cambiando de estrategias, ¿qué estamos haciendo? No estamos modificando nuestras estrategias porque aún creemos en nuestro escenario central (¡y de hecho la volatilidad actual lo confirma!). Sin embargo, seguimos muy atentos ante cualquier signo que demuestre que nos equivocamos y que debemos abandonar dicho escenario y su estrategia implícita. Por “signos”, a nivel macro, me refiero a datos que sugieran que la demanda de los consumidores no responde a los bajos precios de la energía, por lo que podría estar generándose una recesión; o una decisión fatalmente errónea por parte de la Fed o algún otro banco central importante; o signos de que las turbulencias económicas de China están conduciendo a un colapso financiero declarado.
    A nivel de mercado, me refiero a una señal de recesión por parte del mercado de bonos, como la inversión de la curva de rendimiento de los bonos del Tesoro de EE UU; o el despegue de las valuaciones de los títulos del Tesoro de largo plazo; o movimientos de precio de los bonos que sugieran que los mercados ahora tienen previsto un espiral deflacionario.
    Hasta ahora, la costa está tranquila. Pero ciertamente estamos en un estado de máxima vigilancia.
  6. ¿Hay algo que los clientes pueden hacer? Sí. Las enumeraré en orden de rentabilidad potencial.
    Lo primero en orden de rentabilidad potencial, si no lo está haciendo ya, es comenzar a ahorrar sistemáticamente.
    Ahorrar sistemáticamente consiste en comprometerse a depositar en su cuenta bursátil una suma fija de dinero, en fechas determinadas y en intervalos establecidos. Debe comenzar ahora.
    Ahora, las valuaciones son atractivas, por lo que su asesor podrá comprar altos volúmenes de títulos con su primer depósito. En el futuro, si los precios suben, comprará menos acciones con la misma cantidad fija; si bajan, comprará más. Su régimen de ahorro garantizará esto, porque usted siempre transferirá a su cuenta bursátil la misma cantidad de dinero en intervalos inalterables sin importar cómo se comporte el mercado.
    Recuerde, ninguna estrategia de portafolio tiene el poder de aumentar su patrimonio como el hábito del ahorro sistemático.
    La segunda mejor opción, si no puede comprometerse con un programa de ahorro pero le sobra algo de efectivo, consiste en aprovechar la oportunidad actual y transferir su exceso de efectivo a su casa bursátil ahora. Su asesor aprovechará algunas ofertas mientras duren.
    Tercero, si recién ha comenzado a invertir y encuentra que este episodio de volatilidad es intolerable, intente dejar de seguir tan de cerca su portafolio. Revisar su portafolio cuatro veces al año, en las fechas de control trimestrales, es suficiente. Este hábito lo mantendrá enfocado en la tendencia de largo plazo y, cuando los mercados comiencen a girar abruptamente alrededor de la tendencia, lo mantendrá sereno.
    La cuarta opción es la que presenta el menor potencial de rentabilidad a largo plazo. Si no puede evitar revisar frecuentemente su portafolio y este hábito le genera una profunda angustia, cuéntele a su asesor que puede tolerar menos riesgo de lo que creía cuando le entregó su mandato. Sugeriremos que cambie su mandato de inversión y proponemos que el cambio entre en vigencia después que su portafolio se haya recuperado. Bajo el nuevo mandato, usaremos una estrategia más conservadora. Por supuesto, la mayor estabilidad tendrá su costo: asegúrese de que, a cambio de ella, esté dispuesto a conformarse con menores tasas de rendimiento de largo plazo. Además, considere seriamente aceptar el consejo de su asesor de posponer la entrada en vigencia de su nuevo mandato hasta después que su portafolio se recupere. De esa manera no tornará permanentes sus pérdidas.
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